“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” (Ro. 13:11-14). Este pasaje bíblico es tan rico en contenido. Y sus recomendaciones, aunque fueron dadas hace siglos, toman un enorme valor en el momento actual que vivimos.

Si observamos detenidamente, está dirigido a un pueblo, que se supone conoce del Señor y su palabra. Dice: “conociendo el tiempo”. Hermanos, no es desconocido para la iglesia el momento profético que vivimos. Se ha predicado de muchas maneras y formas, la circunstancia especial que vivimos, tal y como fue advertido por medio de los profetas de Dios y su Hijo Jesucristo, y por sus apóstoles. Lo que estamos viviendo es el cumplimiento de lo profetizado por Dios. Entiéndase: la apostasía, la pérdida de la fe, el enfriamiento del amor, el deterioro social, la devaluación del matrimonio, las guerras, terremotos, el avance de la mal llamada ciencia, el surgimiento de Israel como nación, la formación de la ONU como una estrategia para aglomerar el hierro con el barro, etc.

Frente a nuestros ojos estamos viendo todos estos acontecimientos. Podemos decir sin temor a equivocarnos: el Apocalipsis está cerca, más que nunca. Si como pueblo creyente sabemos que todo esto es verdadero, pongamos sentido y atención a lo que el Espíritu Santo de Dios recomienda a su iglesia, ante esta realidad que estamos viviendo. ¿Y qué aconseja?

1.- Tiempo de levantarnos del sueño 

         ¿Por qué sugiere esto? ¿Será que la iglesia está dormida? Y ¿qué significa que esté dormida? Bueno, no necesitamos ser genios espirituales para darnos cuenta de la terrible condición en que se encuentra la iglesia cristiana moderna. Envuelta en una algarabía espiritualista, soñando que espera al Salvador que vendrá en las nubes, mientras tolera dentro de ella las costumbres mundanas que ofenden a Dios. Bailan al son de la música diabólica originada en las mentes de “artistas” cristianos, que lo que buscan es dinero y fama; ridiculizando el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Miembros y líderes cristianos metidos en partidos políticos, buscando un lugar en el poder. Y lo único que hacen cuando lo han alcanzado, es dañar el Santo nombre del Señor, pues terminan haciendo lo mismo que los políticos impíos. Las prédicas no son orientadas a crear conciencia en los que las oyen, sino más parece que le dan justificaciones “bíblicas” al pecado. Sí, mis amados lectores, es “tiempo de despertar” antes que sea muy tarde y el Señor nos encuentre dormidos, leamos: “…Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos…” (Ef. 5:14).

2.- La noche está avanzada

         La era que estamos viviendo, es cada día más materialista. Y la figura y presencia de Dios se va extinguiendo paulatinamente en el corazón de los hombres, incluyendo la iglesia. Los niños reciben un verdadero y poderoso bombardeo de materialismo, lo que está afectando la mente de la humanidad. La alta tecnología está convirtiendo a la humanidad en esclava del modernismo tecnológico, producto de la mente de Satanás.

Todo esto hunde a la raza humana en densas tinieblas de ignorancia espiritual, alejándose de la luz. Sí, hermano, “La noche está avanzada y se acerca el día”. ¿Qué día? El día de la manifestación de Jesucristo en las nubes. Y después, el desarrollo del Apocalipsis, el cual describe el juicio de Dios contra los impíos que actuaron impíamente contra Dios y su pueblo.

3.- ¿Qué debe hacer el verdadero cristiano?

         Tomar una actitud más activa, procurando demostrar a la sociedad que le rodea, la veracidad de Cristo en su vida, DESECHANDO las obras de las tinieblas. Resistiendo al pecado, dando un testimonio vivo de la presencia de Dios y de su Santo Espíritu en su vida. Su poder es capaz de llevarnos a una vida de victoria y gloria, en medio de las tinieblas de este mundo. Siendo verdaderos luminares de la verdad y la justicia. Leamos: No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz” (Ef. 5:7-8).

Ante esta realidad, VISTÁMONOS de las armas espirituales que Dios proporciona a todo fiel soldado de Jesucristo, que batalla en favor del reino de Dios. Dijo el Señor Jesús a sus discípulos: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Lc. 11:23). Me pregunto: ¿de qué lado estás tú? No podemos estar en ambos lados simultáneamente. O estás del lado de Jesús, o estás en contra de él. No podemos escondernos de nosotros mismos, mucho menos de Dios. ¿Eres un instrumento útil en las manos de Dios? ¿Estás recogiendo o estás desparramando?

Mi querido hermano: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo (…) tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Ef. 6:11 y 13). Esperando la gloriosa manifestación del gran día del Señor.

Y por último, dice el pasaje inicial: VESTÍOS DEL SEÑOR JESUCRISTO. Dice la palabra: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros…” (Col. 3:12-13). En palabras muy simples, que el carácter de Cristo actúe en nosotros. “…y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Ts. 1:10). Y no ser hallados desnudos, sino preparados en todo tiempo.

Que Dios sostenga nuestras vidas en poder y victoria contra el mal. Mi oración está en favor de los valientes que están librando esta batalla contra el mal. Amén.